Escapar de las garras de las Nike Air Force 1, el eterno icono sneaker, es una misión imposible que ni Tom Cruise podría superar. ¿Su último devoto? Joe Jonas, integrante de los Jonas Brothers, triada de hermanos que enloqueció a la masa adolescente a principios de los 2000, y de DNCE, su propia banda de dance-rock norteamericana. Casualmente, dos semanas después de que Justin Bieber calzara esta misma referencia durante su set en el Rock In Rio.
En plena gloria de las zapatillas retro, término que engloba a todas aquellas referencias nacidas en o reminiscentes de las últimas décadas del siglo XX, esta querencia no debería resultar precisamente sorprendente. Tengamos en cuenta que la realidad de la industria sneaker actual pasa por una cada vez mayor saturación del mercado a causa de un ritmo de lanzamientos frenético y difícil de seguir al milímetro. En esta carrera sin meta a la vista, son los modelos veteranos los que nos prometen fidelidad y atemporalidad tras décadas de éxito prácticamente invariable. ¿Gozará algún ejemplar lanzado en el último lustro de esta misma vigencia imbatible? Mientras hacemos nuestras apuestas -candidatos hay, no cabe duda-, seguiremos fantaseando con aquellos ejemplares pretéritos traídos al presente que conservarán su vigencia también en el futuro -como, insistimos, las Air Force 1 de Nike, que este 2022 cumplen su 40 aniversario-.
Sin embargo, las Air Force 1 con las que Joe Jonas anunció la publicación de una nueva cover -término que en la industria musical hace referencia a la reinterpretación de una canción ya existente- de Crazy, tema de Gnarls Barkley, no es precisamente el que tú te imaginas. Si bien la versión más común de esta referencia, la más vista sobre el asfalto, es la total white, el mediano de los Jonas Brothers ha sacado a relucir una edición diametralmente opuesta a nivel cromático, es decir, mayormente en negro (aunque con detalles en blanco, como su mediasuela y el Swoosh). El resultado, no obstante, es el mismo: unas zapatillas que valen para absolutamente todo.
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Zapatillas Air Force 1 '07, de Nike
Algo podemos aprender de este giro de guion: a la hora de elegir nuestro par predilecto, nuestra obsesión -justificada- por las zapas blancas nos ciega (el sinfín de interpretaciones de este clásico tampoco nos lo pone fácil) y nos aleja de otras alternativas con el mismo efecto sobre nuestro guardarropía diario. ¿No es el negro, al fin y al cabo, el color más fácil de combinar tanto consigo mismo como con otros colores, desde los neutros a los más estridentes? ¿No es el negro el color de la sobriedad, la elegancia atemporal y la clase?
Por no hablar de la evidente ventaja de este color frente a su contrario -y a su vez compatible-: es mucho más fácil mantenerlo en perfectas condiciones y disimula mejor el paso del tiempo. A su vez, dependiendo del dress code impulementado, incluso pueden tener cabida en un contexto laboral (aunque sea en el Casual Friday de origen norteamericano), una suerte de la que no gozan las zapatillas blancas.
Podríamos incluso hablar de las deportivas negras como de un híbrido entre el zapato formal y la zapatillas en su estado más puro y original que te puedes poner tanto con tus vaqueros negros favoritos como con un traje completo en clave relajada (no solo por fit, sino también por su espíritu al combinarlo, por ejemplo, con una camiseta básica o un polo de punto). ¿Y si las Air Force 1 de Joe Jonas representan el comienzo de una nueva fiebre sneaker? Palabras mayores, sí, pero premoniciones más surrealistas hemos presenciado en primera persona…
